viernes, 4 de enero de 2008

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Un mes, una hora, cuarenta años?
Vastos espacios sin retorno.
La tarde abre su ramillete de multitudes.
Voy caminando hacia ti, lento como un orgasmo.
Resplandece un diálogo infinito, un diorama de confidencias silenciosas.
Diástole accidental, soñando gozos de sístole materna.
Miradas como incendios. Soledades de acera.
Juntos, van marcando su preludio de corazones.
La larga espera de su final desesperado.
De repente: paseos, cafés, cielo, entrecalles.
Un abrazo de abruptas intermitencias.
Alguien que no se calla.
Todo ha acabado en un segundo.
Y un beso del que no quiero acordarme.
La ficción del movimiento traza su último vértice.

Un cuervo vestido de niño aun ronda los abismos de un parque secreto.

No hay comentarios: